Mi estancia en la zona de Kappalady - Kalpitiya, en la costa oeste de Sri Lanka, en un increíble sencillo resort junto a una laguna formada por la playa y el mar ha sido genial para descansar y organizar lo que se aproxima, el sudeste asiático!
Daba igual donde estuviera, siempre encontraba niños, locales y familias jugando, pasándolo en grande y desprendiendo mucha felicidad!
Es un área poco explotada turisticamente, salvo algún que otro resort destinado a la práctica de Kite surf, por lo que me ha permitido tras dar unas vueltas, estar en contacto directo con una Sri Lanka rural muy amable que me ha sacado más de una sonrisa.
Conocer al local Chano, jóven trabajador del resort ha sido genial, me prestó su moto y se desvivió por que me mi estancia fuera lo mejor posible.
Visité la famosa zona de playa y laguna de agua destinada al Kite surf de Vellaimanai, pena que no sea temporada para haber probado este deporte.
Y es que que no sea temporada de aires para el Kite surfing se nota, no hay prácticamente nadie, mejor!
Mucho relax, mucho.. Hamaca, leer, organizar viaje, batidos, conversaciones,
además, haber dormido en tienda de campaña ha sido una buena experiencia y me ha permitido descansar muchísimo!
He comprado mis últimos dulces en los famosos tuc tuc panaderías con su llamada de atención a través de melodías clásicas,
o mis últimos helados en las motos heladerías!
recorrido la zona en moto y en bicicleta, llevado a los niños en ésta..
visitado playas locales de pescadores..
Burritos por toda la zona, quw majos!
Lo mejor sin duda de mi paso por esta zona fue conocer al local Irefn, quien se acercó a mí en la playa y tras tener una interesante conversación me invitó a conocer su casa y su familia, me bajó de la palmera un coco para mí, me ofreció té, dulces caseros y me contó una historia increíble..
Resulta que es una familia musulmana humilde, que hasta hace un año no tenían techo en su casa, un amable señor de taiwan que también, como yo, la visitó estando de vacaciones, corrió con los gastos de construir un techo para ellos..
Yo no tengo dinero para ponerles un techo pero sí para comprarles juguetes, me acerqué al mercado de la zona
y mientras me tomaba una zumo, elegí que juguetes llevaría a la familia, se los llevé, que felices se pusieron!
Vinieron todos los niños de la zona a compartirlos!
Buen atardecer en la laguna y a la noche los chavales me prepararon una gigante y excelente pizza además de un smoothie muy curioso!